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El último informe de la UCO sobre la investigación de la trama Ábalos y Koldo ha desvelado que el que fuera ministro de Transportes se benefició de la adjudicación a Acciona de las obras del Puente del Centenario. Tal y como ha adelantado ABC, se trata de una mordida de 450.000 euros la que se habría llevado José Luis Ábalos tanto por este proyecto como una obra de Adif en Sant Feliú de Llobregat y en la autovía A-68 de Logroño. La oferta se hizo en 2019 tras un largo concurso público al que se presentaron todas las grandes constructoras españolas, siendo finalmente adjudicada en 2021 por un importe de 86,4 millones de euros a la UTE encabezada por Acciona . Recordemos que las obras del viaducto acumulan un retraso de tres años y un sobrecoste que ha alcanzado el 50% de lo presupuestado inicialmente. Hace apenas un mes el ministerio que dirige Óscar Puente dio el último dato hasta la fecha sobre el presupuesto de los trabajos tras la pregunta diputada de Sumar en el Congreso por la provincia de Sevilla Engracia Rivera (IU), cifrando en 65,45 millones los costes de sustitución de los tirantes del viaducto para ganar un nuevo carril y que situaba en 128,74 millones el presupuesto total . Un aumento de gasto y tiempo que en este tiempo desde el Ministerio se ha justificado con el incremento del precio de materiales y falta de suministro de acero por la Guerra de Ucrania, las exigencias de la Autoridad Portuaria de Sevilla -quienes negaron dichas acusaciones- y la propia complejidad del proyecto: «estos trabajos se realizan manteniendo el puente en funcionamiento, una hazaña poco común en proyectos de esta magnitud» se indicaba en la respuesta parlamentaria. En 2023 el Gobierno aprobaba una primera modificación del contrato por un importe de 16,4 millones. Esto incrementó el presupuesto hasta los 102 millones incluyendo ya el IVA. En el último dato ofrecido se indicaba que finalmente el coste se ha visto incrementado 42,3 millones respecto a los 86,4 millones que supuestamente costaría esta obra, cuyo plazo de ejecución era de 27 meses y tenía previsto estar listo para finales de 2023. No se ha vuelto a comunicar desde el departamento que ahora dirige Óscar Puente cuando se prevé acabar los trabajos en el puente del Centenario. La última fecha que se dio fue a finales de 2026, sin actualización tras los últimos avances. El mismo ministro de Transportes y Movilidad informó en marzo del pasado año que el proyecto rondaba entonces un grado de ejecución «del 25 por ciento», pese a que entonces habían transcurrido casi tres años ya de la adjudicación. Con la mitad del presupuesto final ya invertido en los trabajos que se han hecho hasta ahora, se puede presuponer que rondaría el 50 por ciento; ya que a principios de este 2025 ABC pudo saber que estaba al 40 por ciento.
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El PNV ha esperado a esta tarde, después de la rueda de prensa de Pedro Sánchez, para pronunciarse sobre el presunto cobro de comisiones en la adjudicación de obra pública por parte del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. «Incluso el PSOE es consciente de que hacen falta más explicaciones», ha afirmado Aitor Esteban desde Bilbao. (Noticia en ampliación)
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Película de entretenimiento y acción trepidante y violenta en un espacio cerrado, al modo en que lo era 'Bullet train' (David Leitch, 2022, con Brad Pitt), con la que comparte el tono de comedia negra y un protagonista rocoso, que aquí es Josh Hartnett, ex mercenario, alcohólico, torpe en sus reacciones pero bruto como él solo. El espacio es el de uno de esos aviones gigantescos y con más recovecos y laberinto que el zoco de Fez; y la aventura es rápida y directa, primero porque no tiene importancia alguna (un personaje misterioso que descubrir en un avión lleno de sicarios y Josh Hartnett para pelearse con todo el mundo) y después porque el rumbo que toma es tan caótico y tan inverosímil que no hay que aplicarle ni media neurona para seguirla. Josh Hartnett, que fue un joven actor muy prometedor que trabajó para Robert Rodríguez, Sofia Coppola, Michael Bay, Ridley Scott o Brian De Palma, le vio los colmillos al 'monstruo de Hollywood' y decidió tomarse su carrera con mucha precaución, quizá excesiva, y se retiró, volvió, no encontró su sitio, pero con el director Guy Ritchie acertó en un par de películas, 'Despierta la furia' y sobre todo ' Operación Fortune: el gran engaño' , y aquí está, a bordo de este avión enloquecido, y en un personaje en cierto modo con el sello de Liam Neeson, pero sin tomárselo en serio. Como antihéroe de acción, Hornett está en plena forma, y en esta película se le coge ese raro cariño como a una mofeta que viniera simpática a comer en tu mano.
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Quien viera la original versión en dibujos animados se encontrará cómodo en esta fantasía ahora de carne y hueso. Y quien no la viera, pues también. La ha dirigido Dean DeBlois , que ya hizo las varias anteriores de animación, y conserva su espíritu, sus personajes y su mensaje buenista de que conocer es el primer paso para comprender…, a los dragones, que no son tan fieros como los pintan los vikingos. En la versión animada los escenarios, paisajes y aventura eran magníficos, y ahora en imagen real están realmente a la altura de la fantasía dibujada, y sus personajes principales están en completa sintonía de física y química con sus bocetos a lápiz. Mason Thames es Hipo , el joven protagonista, y consigue fundirse con el recuerdo del original, y su padre, el tremendo jefe Estoico, lo interpreta Gerard Butler , que ya le prestó su voz al dibujo y conoce la rotunda bestialidad del personaje; Nick Frost y Nico Parker, la salvaje y encantador Astrid, y los demás actores se empastan con naturalidad y gracia a la historia. Imposible no disfrutar con esta versión 'real' de la fantasía dibujada, tan bien hecha entonces y ahora por DreamWorks, con un fondo de enseñanzas muy útiles para los más jóvenes, aunque probablemente aún lo sea más para los viejos del mundo, tan empeñados en dividir, en confrontar, en destruir al 'enemigo', en sostenerse arriba con excusas falsas y más viejas aún que ellos . El héroe Hipo, tan encogido pero también valiente e inteligente, señala el camino que siempre sabemos y nunca cogemos, el de despreciar las patrañas que nos cuentan y el de responder con valor a esa ridícula pregunta de Groucho: ¿A quién vas a creer, a mí (que soy un mentiroso) o a tus propios ojos?
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La obra de Raúl Requejo, ' Votemos ', juega con la simplicidad del cerebro 'sano' frente a los problemas psicológicos y emocionales, y la coproducción hispano-argentina ' Miss Carbón ' expone el caso real de la primera mujer a la que se le permitió entrar en una mina de la Patagonia. 'Votemos', de Raúl Requejo , le da una tragicómica vuelta a ese asunto de la salud mental que tanto preocupa al ser humano; un único asunto y un solo escenario, el piso donde se reúnen los miembros de una comunidad de vecinos para llegar a un acuerdo sobre si cambian o no el ascensor. El propio director es también el guionista y el autor de la obra teatral en la que plasmó su idea de que el mundo está loco, aunque él no lo sepa. Antes ya hizo con esa idea un cortometraje casi con el mismo título, ' Votamos ', y con algunos de los actores que también protagonizan el largometraje. La historia es buena, creíble, que pugna entre la comedia y el drama y que tiene la virtud de situarnos también a medio camino entre nuestra condición de espectadores y de miembros de una comunidad de vecinos. El conflicto surge porque uno de los propietarios va a alquilar el piso a un compañero de trabajo que tiene un problema de 'salud mental' , lo que propicia unos debates sobre la seguridad, los derechos y los poderes de los demás para decidir si lo aceptan o no como vecino. La puesta en escena es sencilla y no perturba a la ya muy perturbadora conversación que surge entre ellos; ocurre en tiempo prácticamente real (el futuro inquilino tiene que llegar en cualquier momento y ellos tienen que tomar una decisión) y el clima, la tensión y la intriga es la sustancia de la película, junto a las interpretaciones, que tocan varios palos desde lo cómico a lo sórdido. Combinan muy bien el texto y los actores, lo que está destinado a divertir y lo que está destinado a preocupar, a inquietar, pues viene a hacer un retrato del cerebro humano hecho por un niño travieso que se aburre. Se sacan muchas conclusiones en 'Votemos', pero lo mejor será no llevarlas a nuestra próxima reunión de vecinos. ' Miss Carbón ' es una coproducción entre España y Argentina, que dirige Agustina Macri y que está protagonizada por Lux Pascal, hermana de Pedro Pascal y mujer transgénero. Cuenta la historia de Carla Antonella Rodríguez, la primera mujer 'trans' que fue aceptada para entrar a las minas de carbón en la zona de la Patagonia, a las que tenían prohibido trabajar en el interior de la cantera. El personaje real trabajó como minero con el nombre de Carlos, pero tras ser aprobada la Ley sobre la identidad de género, cambió su DNI, se operó y comenzaron sus problemas de adaptación, no tanto a su nueva condición sexual, como a la laboral. La película más que buena imagen tiene 'look' y se preocupa no solo por señalar las excelencias visuales de la geografía local, sino también las de la propia protagonista, que luce magníficamente y con gran cuidado estético su condición de minera. La directora construye su biopic con, digamos, mirada dulce e impera en ella la simpatía y la solidaridad incluso entre sexos. Hay una incorporación al argumento de algún apunte entre romántico y sexual, también con mucho 'look', y es ahí donde participa el actor Paco León . En fin, 'Miss Carbón' es una película definitivamente vistosa, con voluntad de seducir gracias al buen paisaje y al mejor paisanaje, y pretende reparar en lo posible la injusticia de no permitir a la mujer entrar en ciertas zonas de labor, aunque sean tan poco apetecibles como el interior de una mina de carbón.